Les balenes no ploren

«Les balenes no ploren»

«Les balenes no ploren» (Las ballenas no lloran en español), es el proyecto desarrollado a partir de la muerte de una ballena que quedó varada en la costa de Mallorca a principios de este año (2019). La escultura realizada en planchas de hierro, interpretada a escala real (13m), toma como referente estético y simbólico el esqueleto del susodicho rorcual común, no para representar sólo la inmensidad de este ejemplar, sino para reivindicar también la pérdida de las costumbres, los cambios que genera el paso del tiempo y la muerte a la que nos conduce la extrema contaminación del mar.

Este trabajo supone de alguna manera la culminación de todo un seguido de vivencias, experiencias y recuerdos que he ido absorbiendo durante todos estos años.

Primeros esbozos del proyecto

La escultura, está dividida en cuatro partes bien diferenciadas que representan cada una de las muertes más comunes de estos animales.

La cabeza representa la construcción de prospecciones petrolíferas, el ruido causado por grandes buques, sonidos por la exploración submarina, por explosiones o por aparatos de sonar y entrenamientos militares,  los cuales desorientan a los cetáceos y les hacen perder el rumbo e incluso llegan a producirles hemorragias en los oídos. 

Por otra parte, el tórax representa la ingesta de plásticos. Cada vez es más evidente el gran problema que tenemos con la contaminación de los mares. Debido a la inmensidad y profundidad de los océanos, hasta hace poco el hombre creía que podría utilizarlos para verter basura y sustancias químicas en cantidades ilimitadas sin que esto tuviera consecuencias importantes. En la actualidad, ha quedado demostrado que esto no es así, y que estas actividades han contribuido a llevar al borde del colapso lo que tiempo atrás fue un ecosistema oceánico próspero.

En cuanto a la zona lumbar representa las colisiones de los barcos contra estos animales. Se han dado muchos casos en los que se encuentran ejemplares muertos con profundas heridas en esta zona, puesto que es la parte que queda al descubierto cuando nadan por la superficie marina y contra la que impactan las embarcaciones.

Para finalizar, la cola es la última de estas cuatro partes. La escultura acaba con el péndulo caudal, ya que no realicé ni la cola ni las aletas pectorales para representar la cacería comercial. Esta comenzó en el  siglo XVII, ya que de ellas se obtenían aceites y otros productos. En el siglo XX el uso de la tecnología y el aumento de la demanda superaron el límite sostenible por las ballenas. 

El arte es, y ha sido siempre, una herramienta indispensable para escribir nuestra historia y describir nuestra cultura

escultura metal ballena pep bauza
escultura metal ballena pep bauza